domingo, 23 de noviembre de 2014

CARTA DE LA COMUNIDAD ICHTHYS

Me toca el corazón vuestra carta, ¡¡¡gracias Comunidad Ichthys!!! por todo lo que vamos compartiendo y porque vamos construyendo Iglesia más cerca del Señor Jesús, desde la "Alegría del Evangelio".
Fátima Carazo
 
Gracias, CVX.
Carta de la Comunidad Ichthys a la CVX de Sevilla.
Queridas hermanas y queridos hermanos:
Para la Comunidad Ichthys encontrarnos con la CVX ha sido un generoso regalo de Dios.
En nuestra historia no son corrientes los momentos de encuentro fraterno con otros Grupos, Centros Pastorales, Parroquias, pues habitualmente no somos bien recibidos.
Es cierto que cuando hemos tenido la oportunidad de experimentar la comunión con otras hermanas y otros hermanos en la fe, la chispa del Espíritu calentaba el momento a la vez que la Luz de Dios y la Sal de su Palabra encendían nuestros corazones y nos llenábamos de alegría.
Un encuentro, una oración compartida con otra Comunidad debería ser algo normal, enriquecedor siempre pero habitual, puesto que el Padre es quien nos convoca y la fe lo que nos une. 
Para Ichthys es, en cambio, algo extraordinario, un auténtico obsequio de Dios que nos hace tremendamente felices.
En nuestra Comunidad está borrada la palabra víctima, como también derrota y rendirse. No obstante somos conscientes de las dificultades que algunas personas encuentran para aceptarnos como lesbianas, homosexuales, transexuales o bisexuales, pese a que seamos creyentes como ellas.
Por eso, nos llena de gozo poder compartir la fe con quienes no anteponen nuestra identidad afectiva sobre nuestra identidad creyente y nuestro profundo sentimiento de sentirnos hijas e hijos del Padre. No sólo porque seamos aceptados, sino porque se hace vida la Palabra de Dios: “amaos los unos a los otros como yo os he amado”.
Estamos, pues, agradecidos porque os habéis declarado hermanos nuestros sin cortapisas.
Para muchas personas de Ichthys fue emocionante el encuentro del pasado domingo, pero también porque fue posible. No siempre que hemos querido orar lo hemos hecho sin temor. El miedo es parte de las vidas de hermanas y hermanos de nuestra Comunidad: miedo al rechazo, miedo al desprecio, miedo a la violencia, miedo anclado que marca y es difícil despegar. El miedo también forma parte de nuestra historia comunitaria: miedo a ser callados, miedo a ser humillados, miedo a ser expulsados, miedo a perder la esperanza. Para Ichthys es emocionante que ahora vosotros os preocupéis por nuestros miedos. Casi nadie antes lo había hecho. Nos ayudáis a dar pleno sentido a las palabras de San Pablo: “¿Quién nos separará del amor de Dios?”. Nada ni nadie, ahora aún menos con vuestra oración.
Amamos esta Iglesia que nos pone condiciones, que prejuzga nuestros actos, que calcula nuestros pecados y nos abruma con cargas pesadas. La amamos porque es nuestra Iglesia pese a todo. Pero ansiamos que el Evangelio venza a la doctrina. Y por eso oramos para que Dios envíe pastores valientes que se ocupen de todas sus ovejas por igual, sin excepción, como hizo el propio Jesucristo. Y laicos comprometidos que quieran construir una Iglesia más cerca de Jesús que de las leyes.
Estas son nuestras peticiones vitales al Padre. Y prueba de su respuesta es que ahí estáis vosotros animando nuestros pasos y construyendo la auténtica Piedra sobre la que Jesucristo quiso cimentar una Iglesia de mujeres y hombres que se quieren. Sois testigos de una Iglesia nueva.
No hay casualidades. El Espíritu Santo nos anticipó el Adviento.
Un fuerte abrazo en Cristo y en María, su madre.
Antonio Cosías
De la Comunidad Ichthys, Cristianas y Cristianos LGTBH de Sevilla

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