Durante los días 1, 2 y 3 de febrero celebramos el II
Encuentro del MJM (Equipo Misión
Joven-Migraciones) de CVX, donde participamos 35 miembros de nuestras
comunidades para orar, reflexionar, compartir y discernir cómo transmitir y
llevar al día a día los medios que el Señor nos ha dado para hacer llegar mejor
y con más calidad a los jóvenes y migrantes aquel mensaje del P. Arrupe de “ser
hombres y mujeres para los demás”.
Este año el lema del
encuentro fue “Desde nuestra raíces hacia las fronteras”, sintiéndonos muy
cercanos a nuestros hermanos que participarán en la próxima asamblea mundial
del Líbano.
Iniciamos el encuentro el
viernes por la noche después de la cena a través de una dinámica conjunta los
dos equipos: un Bingo para romper el
hielo y conocernos un poco más, en este camino que, juntos, hacemos como cuerpo
apostólico. Fue una dinámica muy rica, divertida y donde el Señor se hizo
presente a través de nuestros sentimientos, básicamente de agradecimiento.
La mañana del sábado la
iniciamos con un momento de oración comunitaria preparada por el Equipo Misión Joven,
donde el centro fue María, madre y compañera de misión para los dos equipos. Pusimos
en el altar el rostro de la gente de los CIES, los niños de madres emigrantes,
los jóvenes a los que acompañamos, todo lo que evoca su realidad…
Después del desayuno
contamos con la presencia de Darío Mollá sj, quién nos comentó aspectos básicos
que debemos tener en cuenta en el momento del acompañamiento, y nos transmitió
la importancia en la espiritualidad ignaciana de este medio, para llegar al
corazón de las personas y dejar que Cristo lo transforme.
Posteriormente trabajamos
por talleres sobre situaciones concretas de acompañamiento, identificando
dificultades, debilidades y fortalezas en nuestra tarea diaria y concreta con
los jóvenes y migrantes.
La tarde del sábado el
Equipo Misión Joven la dedicamos y centramos en nuestra misión con los jóvenes,
profundizando en diferentes técnicas y maneras de llevar a cabo la misión.
Por su parte, el Equipo de
Migraciones dedicó la tarde del sábado a conocer proyectos concretos de
acompañamiento a inmigrantes. Conxita, de CVX Clot, nos contó su experiencia de
acompañamiento en el CIE de Barcelona, María Alexandra, de CVX Caná, nos
explicó el trabajo que se hace desde Pueblos Unidos en Madrid y Asier, de CVX
en Bilbao, nos habló del trabajo que se lleva a cabo en el Centro Ellacuría.
Fue una experiencia muy enriquecedora porque nos acercó a realidades concretas
en las que miembros de CVX están involucrados en la ayuda a personas muy
vulnerables.
Terminamos la tarde
preparando todos juntos, los dos equipos, la Eucaristía, presidida por nuestro
Asistente Nacional, Pablo Ruiz sj. Fue una celebración muy intensa y de
crecimiento personal y comunitario donde compartimos vivencias e inquietudes vividas por los dos
equipos a lo largo de la tarde.
Después de cenar, y en un
clima de oración y fiesta, Maite López (cantautora) nos llenó el corazón de
música y sentimiento, un buen regalo
para irnos a dormir.
El domingo por la mañana,
después de la oración preparada por el Equipo de Migraciones, teniendo como
principal protagonista al Señor que nos hacía una invitación a la resistencia,
a la perseverancia y a la esperanza, lo dedicamos a trabajar otra vez por
equipos. El Equipo Misión Joven centramos nuestra atención sobre la misión y el
acompañamiento de los enlaces. Iniciamos la reflexión con un vídeo, “Asamblea
en la carpintería”. Y a partir de aquí abrimos un debate intentando
discernir cómo evaluar y proponer maneras de funcionamiento como comunidad que
trabaja con jóvenes, y cómo estamos viviendo y desarrollando nuestra
pertenencia a la red de enlaces del Equipo Misión Joven.
Por su parte, el equipo de
migraciones estuvimos trabajando sobre los objetivos, acciones y proyectos a
llevar a cabo tanto por parte del equipo apostólico de migraciones, como por
parte de los enlaces. Quedó pendiente la tarea de entre todos terminar de
elaborar documentos en los que queden reflejados estas ideas.
Terminamos nuestro encuentro
dando gracias y llenando nuestra misión de color. Entre todos fuimos
construyendo un mandala hecho con los sentimientos (traducidos en colores) de todos los que
participamos en el encuentro. A medida que lo íbamos construyendo, entregamos
una tarjeta con el lema del encuentro “Desde nuestras raíces hacia las
fronteras” y una bolsita de sal. Esta forma simbólica de envío desprendió
alegría y vislumbró la Comunidad de Vida Cristiana caminando como cuerpo
apostólico.
Desde los equipos queremos
dar las gracias por todo lo compartido este fin de semana y os animamos a
seguir trabajando con esa ilusión y energía que os caracteriza.
De sobra sabéis que contáis
con el apoyo y el afecto fraternal del Equipo de Misión Joven y del Equipo de
Migraciones. Unidos en la misión y en nombre de todo el equipo recibid un
fuerte y caluroso abrazo.
Leticia, José Carlos, Jesús
y Carles (Equipo Misión Joven)
Adelaida, Haydeé y Toñi (Equipo
Migraciones)