El
24 de enero nos reunimos en el Centro Arrupe veintidós personas procedentes de
las diferentes comunidades de la región Andalucía-Canarias, excepto Córdoba.
La
razón del encuentro era la propuesta para una formación de formadores-guías que
surgía del equipo de guías de Sevilla, aunque el origen podríamos encontrarlo
en las recomendaciones hechas a la
asamblea nacional reunida en Salamanca el pasado verano, donde surgió en varias
ocasiones la necesidad de formación específica para quienes realizan este
servicio.
Desde
el equipo de formación se dio a conocer un proyecto que resultaba fascinante,
con un proceso formativo desarrollado en
cinco sesiones que abarca desde lo más específico de la espiritualidad
ignaciana al conocimiento y puesta en práctica del DEAE. Esta parte de
formación se ha completado con una mañana abierta a todas las personas de la
comunidad en la que se abordan prácticamente los mismos temas; lo que hace que
el impacto del proyecto sea mayor. Ese proyecto se había puesto en marcha en otras
comunidades y la gente se mostraba encantada. Así que vista la necesidad y la
oferta, qué mejor que aprovecharla.
Y
ahí nos encontramos el sábado esas veintidós personas con Benji, que es quien
lleva el proyecto.
Para
gran sorpresa de todos y todas, se trató de una mañana en la que trabajamos la
unidad 0; es decir, una presentación de los objetivos del proyecto, de sus
exigencias, de la dinámica a seguir para que cada uno y cada una nos
planteáramos si eso respondía a nuestras expectativas o no y si, aun en el caso
de que la respuesta fuese afirmativa, podríamos asumirlo o no.
Otra
sorpresa, esperábamos un curso de formación, pero se trata de una propuesta de
formación y hay diferencia en ese cambio de palabras. Al igual que en el hecho
de que se hable de “formadores-guías”.
Comenzamos
presentándonos y haciendo una lista de aquello que esperábamos de esta
formación. Seguimos luego con un ejercicio en el que nos situábamos en el plan
de formación teniendo en cuenta los aspectos que éste destaca como partes de
nuestro ser CVX y con los indicadores que en cada etapa se indican como
propios. Y comprobamos que, más allá de la etapa a la que pertenezcamos
“oficialmente”, a la hora de evaluarnos, podemos situarnos en etapas diferentes
en cada uno de los aspectos. Es más, en distintos momentos de nuestra vida,
podríamos situarnos en otros niveles, porque no somos estáticos, porque pasamos
etapas diversas, por muchas razones. Y por eso, llegamos a la conclusión, tras
ver los resultados, de que es necesario coger de vez en cuando ese plan y
revisarnos en el grupo. Es más, nos dio la impresión de que sería un elemento
muy útil para, una vez hecha esa evaluación en grupo, los resultados se
pudiesen poner en común a nivel comunitario.
Tras
esta toma de temperatura, Benji siguió con la presentación del proceso de
formación. Realmente hay que destacar la metodología, porque al desplegar cada
sesión resultaba evidente su importancia, la lógica con que se ha diseñado,
cómo va enlazándose todo el proceso y, finalmente, la importancia de entrar en
él con toda la seriedad y la implicación que se exige.
Al
terminar todos recogíamos que el proyecto iba mucho más allá de nuestras
expectativas iniciales, que se veía intenso, pero que nos merece la pena
embarcarnos. Incluso a aquellos que no son guías en estos momentos, porque,
como destacaba Enrique, esta formación no sólo es útil para guías actuales o
futuros sino para cualquier persona, es realmente una formación de líderes que
puedan servir a un grupo concreto, a la comunidad, a la familia, allí donde
trabajamos,
Por
un lado es el fruto esperable de la espiritualidad ignaciana, pero hay que
reconocer que es el resultado de un trabajo de elaboración del proceso de
formación ante el que hay que quitarse el sombrero.
Si
alguien no se ha apuntado por perecilla o por alguna duda sobre si merece la
pena dedicar cinco sábados (que son dos este curso y tres en el siguiente,
¡atención!) tenedlo muy claro, los que estuvimos en esta sesión inicial salimos
convencidos de que es una inmensa suerte que en Sevilla se vaya a realizar esta
formación.
Y
si no podéis liberar un sábado, el domingo por la mañana dará pie a disfrutar
de la riqueza que tenemos en esta comunidad CVX-España que nos ofrece un
trabajo de hondura y práctico a la vez.
Nos
vemos en la sesión 1.
Bea Blesa CVX-Sevilla
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