V Encuentro de Economía al Servicio de la Vida (I)
El pasado 17 de diciembre pude participar del V Encuentro de Economía
al Servicio de la Vida. En este caso el hilo conductor era la encíclica
del papa Franciso “Laudato Si ´, sobre el cuidado de la casa común”. Al
principio no fue un tema que realmente me llamara mucho la atención; lo
ecológico(tal y como yo lo entendía) lo tenía en cuenta y hacía alguna
que otra cosilla al respecto como consumidora en mi día a día, pero,
desde que entré en la comunidad, procuro no faltar a estos
encuentros de ESV. Para mí son un regalo, llamamiento y respuesta a
vivir mi seguimiento de Jesús con más coherencia, procurando trasladar
sus valores, no solo a mi relación con los hermanos y a intentar estar
atenta a los más necesitados de nuestro mundo, sino también, en la
medida de lo posible, a mis hábitos de vida y de consumo, para que al
menos no favorezcan desigualdad, injusticia, explotación laboral ni el
maltrato a la obra creadora de Dios, sino lo contrario (¿no lo haría así
Jesús si le tocara vivir ahora en nuestro mundo?). En este sentido, la
presentación de José Yruela de la Encíclica (un regalo del papa), me
supuso un zarandeo fuerte; sentí el carácter principal y urgente de esa
revisión de hábitos. Nuestro Pastor, ha tejido con tanto acierto y
claridad la interconexión entre lo ecológico (en sentido integral) y lo
social, que ya no podemos escurrir el bulto y dejar la “ecología” para
los “ecologistas”, sino que como cristianos consumidores y habitantes de
esta tierra estamos llamados a pasar por el corazón todo esto y ver las
alternativas que están en nuestra mano para fomentar con nuestro grano
de arena otro tipo de desarrollo en el que, la dignidad a la persona y
el cuidado del otro y de la “casa común” sean principales, viviendo el
principio de justicia, también entre las generaciones , y el principio
del bien común. Como nos recordaba nuestro querido Manolo (que vino a
presentarnos con tanto cariño y detalle el maravilloso proyecto de
Bioalverde de Cáritas) tenemos un poder mucho mayor como consumidores,
que como votantes de nuestros representantes políticos. Con los números
y estudios de que disponen, nos mostraba cómo nuestra manera de
consumir tiene una incidencia mucho más directa de lo que pensamos en
cuanto a fomentar unos modelos de desarrollo u otros. El encuentro fue
un regalo en el compartir y dio mucho de sí. En esencia se recogieron
nuestros sentires y deseos de ese día en el manifiesto final que
ofrecimos al Señor en la Eucaristía. Muy agradecida a Dios por todo y
por tod@s.
“No hay dos
crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja
crisis socio-ambiental. Las líneas para la solución requieren una
aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la
dignidad a los excluidos y al mismo tiempo para cuidar la naturaleza”
(n.139 Laudato Si ´, sobre el cuidado de la casa común) Papa Francisco.
Rocío C. Álvarez